La «deshumanización» es la consecuencia de la opresión, y afecta a los oprimidos y a quienes oprimen. Los oprimidos, en reacción contra los opresores, a quienes idealizan, desean convertirse a su vez en opresores. Es una gran contradicción que desafía al oprimido proponiéndole una nueva fórmula, transformarse en los restauradores de la libertad de ambos. De esta forma, debería nacer un hombre nuevo que supere la contradicción: ni opresor ni oprimido: un hombre liberándose, humanizándose.

Paulo Freire

Cuando acabe todo esto.

Cuando acabe todo esto.

Cuando acabe todo esto.

Cuando acabe todo esto habrá que reconstruir desde las cenizas. Tocaremos el nadir, que se nos antoja infinitamente profundo (me pregunto si existe el nadir o es el vacío absoluto), digo, tocaremos el nadir (quizás) y habrá que quemar los vestigios que hayan resistido para sanearlo todo bien, para limpiar desde las profundidades los restos del virus de la ignominia que estamos padeciendo los trabajadores de los servicios públicos, los usuarios, las familias.

Los docentes llevamos desde el mes de marzo en caída libre, viviendo en una especie de Gran Hermano educativo en el que hemos tenido que construir una nueva manera de afrontar la labor formativa esquivando los mantras de los pedagogos youtubers y los award-winning teachers con acciones en editoriales de mindfulness. El DIY nos ha llevado a la exposición permanente de nuestra intimidad y a volcar todas las horas del día en una labor sisífica (perdonen el palabro, pero no encuentro otro que sea más ilustrativo). Por su parte, los sanitarios afrontan su particular calvario manteniendo a flote el sistema sanitario público en un ejemplo encomiable de resistencia que está destruyéndolos emocional y físicamente. En tercer lugar, los trabajadores de los servicios sociales se encuentran absolutamente abandonados y caminan desnortados sin saber muy bien cómo organizarse ni de qué manera reivindicar sus propios derechos (se trata de un colectivo diseminado en multitud de funciones entre entes públicos y privados, que realiza labores de información y orientación o de intervención y protección de menores, prevención e inclusión social, autonomía personal, intervención y apoyo familiar, etc.).

…hemos tenido que construir una nueva manera de afrontar la labor formativa esquivando los mantras de los pedagogos youtubers y los award-winning teachers con acciones en editoriales de mindfulness.

Menciono estos tres colectivos porque los servicios educativos y asistenciales están amparados como esenciales en la misma Constitución, son un derecho de los ciudadanos y esto no es baladí.

El pasado mes de agosto, los docentes murcianos empezamos a organizarnos de manera espontánea a través de un grupo de Telegram. El primer día éramos once profesores y maestros completamente aturdidos y desconcertados ante un inicio de curso aberrante, sin medidas, sin previsión, sin organización, sin protocolos; una semana más tarde ya éramos casi 5000 los docentes que nos estábamos organizando para exigir a la Consejería de Educación y Cultura de la Región de Murcia un inicio de curso seguro para todos. Durante dos semanas, cientos de docentes preparamos un documento de propuestas que daba respuesta a todos los escenarios posibles (presencialidad, semipresencilidad y enseñanza telemática) y lo presentamos en el registro de nuestra consejería, al tiempo que solicitábamos audiencia a nuestra consejera, Esperanza Moreno. Silencio.

El mutismo de la consejería ha sido contestado con una movilización de los servicios públicos sin precedentes: durante el mes de noviembre se fue fraguando la alianza con los compañeros de Sanitarios Necesarios y con las familias de AMPAS Unidas: esta unión dio lugar a Defiende !! La Pública, una plataforma organizada para la defensa de los servicios públicos que comenzó su andadura con una manifestación el día 19 de diciembre a la que se adhirieron, entre otros, Colectivo No Te Prives, ASFAGALEM, AIDMUR, Ecologistas en Acción Murcia, Yayoflautas, FAPA RM Juan González, Marea de Residencias y diversas AMPAS y Asociaciones de Vecinos, así como la Asociación de Jubilados y Jubiladas de La Intersindical RM.

“Estado del bienestar”. Nunca lo fue, nunca tuvimos “la mejor sanidad del mundo”, la educación pública en España siempre ha sido maltratada en beneficio de la privada subvencionada.

Hoy constatamos, a partir de esta movilización y gracias a las nuevas sinergias que se están fraguando con otros colectivos, que a pesar de que la realidad actual facilita a los poderes públicos continuar con su inhumana capacidad para devorarlo todo, primando los intereses económicos sobre las necesidades sociales (y la propia supervivencia), que los trabajadores y las trabajadoras de lo público así como los usuarios y las familias, las víctimas, en fin, de este ataque normalizado y legalizado, estamos consiguiendo movilizarnos. La tan mentada distancia social ha logrado acercar a los colectivos que velamos por la resistencia de estructuras esenciales como son la sanidad y la educación. La deshumanización que está aplastando las ciudades se ve contestada con una rehumanización basada en los vínculos de colectivos con intereses (en principio) no concomitantes que se están aliando en una lucha orgánica, nacida de una resistencia colosal hacia lo que “se entiende” y “se naturaliza” como “inevitable” (“la sanidad ya no te pertenece”, “has perdido tu derecho a ser cuidado y curado, a no ser que pagues por ello”; “la educación pública no aguanta, se desmorona, has de pagar para que tus hijos reciban la educación que merecen”). “Has de pagar”: es la pandemia. Es la situación. Son las circunstancias. Es la globalización. Es el mercado, amigo.

La deshumanización que está aplastando las ciudades se ve contestada con una rehumanización basada en los vínculos de colectivos con intereses (en principio) no concomitantes que se están aliando en una lucha orgánica, nacida de una resistencia colosal hacia lo que “se entiende” y “se naturaliza” como “inevitable”…

No. Estamos rehumanizando los servicios públicos y saliendo del estado de narcolepsia en el que nos han mantenido mientras destruían lo que nunca fue un “Estado del bienestar”. Nunca lo fue, nunca tuvimos “la mejor sanidad del mundo”, la educación pública en España siempre ha sido maltratada en beneficio de la privada subvencionada y nos hemos tragado eso de que “la concertada ahorra”. Ahora, hoy, estamos saliendo de la cueva. A metro y medio de distancia, con mascarillas, con las manos resecas y los brazos agotados. Pero estamos saliendo. Solo el pueblo salva al pueblo.